Con un Batman aún en prácticas, aún sin saber si es amigo o
enemigo, Rocksteady cede la batuta del desarrollo a los casi noveles Warner
Montreal, que sumergen al detective en una precuela de la serie Arkham en la
que nos espera una noche infernal en medio de una Gotham nevada.
La primera gran novedad de este capítulo viene desde 'detrás
de las cámaras' y es que los responsables de sacarlo adelante no son
Rocksteady, creadores de los notables Batman Arkham Asylum y Batmam Arkham
City, sino los rookies Warner Bros. Montreal, cuyo primer contacto con la saga
fue con la adaptación a Wii U del segundo título de la franquicia (subtitulado
'Armored Edition'), consiguiendo resultados bastante estimables. Ahora sacan
adelante el que promete ser un punto y final a una trilogía memorable dentro de
lo que concierne a las sagas licenciadas, un capítulo que se ubica narrativamente
en el segundo año de Batman como héroe, por lo que pese a acumular cierta
experiencia en combate no será tan experto como acostumbramos a verle en cine,
televisión o los cómics modernos.
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